Los arroyos de Barranquilla son corrientes peligrosas de agua que fluyen a altas velocidades por las calles durante los eventos de lluvia en la ciudad. Los arroyos de Barranquilla constituyen el sistema de alcantarillado pluvial de la mayor parte de la ciudad por donde fluye la escorrentía superficial generada durante los eventos de lluvia.
Use los enlaces que aparecen a continuación para visualizar las rutas de los principales arroyos de la ciudad de Barranquilla.
# | Arroyo | Longitud(m) | Área(ha) | Caudal(m3) |
---|---|---|---|---|
2 | Cuenca La 93 | 4.186 | 302 | 35 |
3 | Calle 84 | 5.200 | ***** | 62 |
4 | Calles 76 | 5.163 | 430 | 58 |
5 | Coltabaco | 3.845 | 126 | 28 |
6 | Arroyo Carrera 65 | 4.590 | 371 | 34 |
7 | Felicidad | 5.759 | 386 | 63 | 8 | La Paz - Carrera 40 | 2.903 | 75 | 21 | 9 | Hospital | 3.754 | 79 | 29 | 10 | Rebolo - Carrera 21 | 4.826 | 246 | 105 | 11 | Carrera 8 | 3.354 | ***** | ***** | 12 | Don Juan | 7.906 | 515 | 85 | 13 | Salao | 9.155 | ***** | ***** | 14 | Platanal | 6.800 | ***** | ***** | 15 | Red de Arroyos del Suroccidente | ***** | ***** | ***** |
El "Don Juan" es un arroyo de carácter temporal, que drena las aguas lluvias que escurren por la superficie del suelo del sur de la ciudad fluyendo directamente hasta el Río Magdalena. El arroyo nace en Galapa y corre en dirección occidente-oriente, su cauce sirve de límite natural entre la capital del Atlántico y el municipio de Soledad. En su recorrido recibe el aporte de varios afluentes menores, entre los que se destacan el Afán, las Torres, los Laureles y los Girasoles.
En su recorrido, de aproximadamente 7500 metros de largo, atraviesa tramos rurales y urbanos, con fracciones canalizadas y estrechas (Los aledaños al Estadio Metropolitano), sectores sin canalizar (Girasoles) con laderas profundas y partes totalmente canalizadas como el tramo que va desde el Barrio Simón Bolívar hasta su desembocadura.
El Don Juan es famoso por su fuerte caudal y la gran masa de sedimentos que arrastra durante las tormentas que azotan a Barranquilla durante la temporada invernal. Su fuerte pendiente, su rugosidad y los aportes que recibe de un gran número de arroyos menores lo convierten en uno de los más peligrosos de la ciudad.
Por ser un arroyo temporal y por su impetuoso caudal es difícil determinar su aforo. Sin embargo, algunos estudios han registrado caudales de más de 100 metros cúbicos por segundo. Con ese caudal el Don Juan arrastra en un segundo un volumen de agua correspondiente al consumo básico de 5 apartamentos en un mes. En dos horas deposita en el Río Magdalena, un volumen de agua equivalente al consumo diario de la ciudad de Barranquilla.
Como la mayoría de arroyos de la ciudad, el Don Juan, no fue siempre peligroso. Antes del acelerado crecimiento de la ciudad la vegetación que invadía casi todos los barrios del sur, era suficiente para "desgastar" el arroyo, por un proceso de infiltración que repercutía en la disminución de su caudal y turbulencia.
En la actualidad, pese al proceso de canalización a que fue sometido, el arroyo se desborda con mucha frecuencia en eventos de lluvia extraordinaria, paralizando el tráfico por la Autopista de la calle 30 y provocando inundaciones en los Girasoles, Villa del del Carmen y Simón Bolívar, entre otros. Ver Video
Uno de los problemas ambientales más serios del arroyo, es sin duda, el manejo de los residuos sólidos, muchos de estos se vierten al arroyo y a sus riberas, se acumulan en vertederos clandestinos y producen un serio impacto sobre el paisaje, la flora y la fauna del lugar. La carencia de un sistema completo de alcantarillado que incluya la recolección, transporte y tratamiento de basuras, es responsable de que se presenten situaciones sanitarias críticas en varios sectores cercanos al arroyo. Entre los tramos más críticos están:
La canalización del arroyo Don Juan desde la Calle Murillo hasta el barrio Villa del Carmen se llevó a cabo entre 2007-2009 (2.064 metros de longitud) con una inversión de $7.800 millones y estuvo a cargo de la Unión Temporal Arroyo Don Juan, que obtuvo la calificación más alta de las tres firmas que se presentaron al proceso. Adicionalmente se construyeron cinco puentes peatonales y un puente vehicular.
Cabe recordar que el tramo comprendido entre la calle 30 y la desembocadura en el río Magdalena, ya había sido canalizado y entubado a mediados de la década del 90 con una inversión de $16.800 millones. La financiación se hizo con préstamos de Findeter, el Distrito y el Dadima.