La Institución Educativa Distrital Marco Fidel Suárez pone a disposición del público en general un nuevo sitio web, a través del cual la comunidad barranquillera e internautas del mundo podrán conocer las experiencias y los resultados de su proyecto interdiciplinario curricular de cultura ciudadana, relacionado con la problemática de los arroyos.
La página web es un punto de encuentro para conocer, construir y debatir de manera colectiva una cultura de arroyos, es también un espacio para el encuentro y el diálogo ciudadano, para el análisis crítico y el debate de conflictos relacionados con la gestión de las corrientes pluviales.
En el sitio tendrán cabida las opiniones de los expertos en el tema, autoridades distritales, editorialistas y ciudadanía en general. Aquí podrá usted encontrar artículos relacionados con los antecedentes históricos de los arroyos, origen, causas, efectos, mapas, soluciones planteadas y algunas normas de prevención para convivir con los arroyos.
La idea es ejercer una acción formativa para preparar ciudadanos y ciudadanas que se interesen por su ciudad y se impliquen en la gestión ambiental. Educar a las comunidades sobre los efectos del cambio climático y las corrientes pluviales, realizar campañas de protección y prevención de desastres, llamar la atención a las autoridades para que realicen obras de protección y canalización donde sea necesario y adelantar campañas educativas para que los barranquilleros no arrojen sus basuras a los arroyos.
La pagina retoma los principios de la educación urbana, por lo que el nuevo sitio es también un pretexto para aprender la ciudad y aprender de la ciudad, llevar la ciudad a la escuela y convertirla en objeto de estudio.
El obituario de los arroyos de Barranquilla, tiene como propósito llamar la atención de las autoridades locales y nacionales sobre la necesidad inaplazable de buscar una solución pronta al problema que ocasionan los arroyos en la ciudad de Barranquilla. También, pretende educar a través de lo que se podría llamar La "Pedagogía de los Arroyos", a los ciudadanos y a las ciudadanas, para que cumplan con las normas de seguridad personal y colectiva cada vez que se cierne y cae un aguacero sobre la ciudad
En está página encontrarás breves reseñas de las personas cuyas vidas fueron apagadas por las raudas y devastadoras aguas de los arroyos de Barranquilla. En el marco de la ética y del respeto a la sensibilidad de sus familiares, podrás conocer o recordar las trágicas circunstancias que dieron lugar a los fatales hechos.
LISTA DE MUERTOS Y UBICACIÓN DE LOS DIFERENTES EVENTOS:
Tanto el listado, como el mapa, hacen parte de un estudio investigativo realizado por estudiantes pioneros del proyecto Arroyos de Barranquilla en el Archivo Histórico de La Aduana. En el mapa, el usuario tendrá acceso a información detallada del suceso haciendo clic en las marcas de icono. El listado de muertos, proporciona una base de datos construida con Fusion tables, una herramienta de Google para el análisis de información.
Distribución de los muertos clasificados por arroyo
Para más detalles coloque el mouse sobre la gráfica.
Una sección de la escuela en los arroyos, orientada a recordar los grandes aguaceros del siglo pasado, las historias sobre arroyos y las noticias relacionadas con los efectos de las corrientes pluviales en la ciudad de Barranquilla
Un Colectivo de estudiantes de la IED Marco Fidel Suárez de Barranquilla, viene realizando la segunda fase del estudio bibliográfico y documental que estudiantes pioneros de este proyecto desarrollaron en las instalaciones del archivo histórico de la aduana, a mediados de la década anterior.
Durante la primera fase, los estudiantes fundadores de la Promoción 2006, Jhon Ramos, Carlos Vega Salas, William Barrios Parejo, Julieth Gómez Turizo y Yeiner Urieta Alfaro, consultaron diferentes registros de prensa y documentaron los eventos relacionados con la problemática de los arroyos de Barranquilla, desde inicios del siglo pasado hasta el año 1980.
Los avances de este trabajo, fueron presentados en la ciudad de Bogotá, en desarrollo de la XII Feria de Expociencia 2005.
Recientemente, un grupo de estudiantes de undécimo grado de la jornada matinal, inició la segunda etapa, en la que se sistematizará la información hasta el año 2000. Haciendo clic en el enlace que sigue usted tendrá acceso a un socumento que resume los avances de la investigación.
Las noticias están estructuradas de acuerdo con la siguiente secuencia:
Arroyos de Barranquilla estuvo presente en la IX Feria de la Ciencia, EXPOCIENCIA JUVENIL, 2005. Evento organizado por la Asociación Colombiana para el Avance de la Ciencia, ACAC. Una muestra seleccionada que permitió dar a conocer y proyectar el resultado de los mejores trabajos en ciencia, tecnología y expresión artística.
Colectivo de estudiantes y docentes presentes en Expociencia 2005.
Tercer Lugar en 12ª Feria de la Ciencia y la Creatividad y 3ª Semana de la Creatividad Naval, convocada por Combarranquilla y la Fundación Amigos de la Astronomía.
Colectivo de estudiantes presentes en la Feria de la Ciencia y Creatividad de Combarranquilla.
Desde el año 1992 un grupo de docentes e investigadores de la Universidad Nacional de Colombia, interesados en fortalecer el conocimiento de la realidad nacional establecieron los Proyectos Universitarios de Investigación (PUI). Para 1994 el PUI en Educación por medio del Programa de Fortalecimiento de la Capacidad Científica y Pedagógica RED vincula a instituciones educativas de Educación Básica de distintas regiones del país entre ellas el Colegio Oficial de Bachillerato Marco Fidel Suárez.
Hacia el 2001 y como resultado de una reorientación del Programa RED, se le planteó a sus integrantes la posibilidad de orientar esfuerzos al estudio del contexto en que les toca vivir al educando, con el propósito de vincular a la institución educativa con la comunidad mediante procesos que dieran cuenta, tanto de la formación académica y científica como de la apropiación por parte de los estudiantes de su cotidianidad y de la vida de la ciudad.
Como consecuencia de esta propuesta se formalizó un proyecto macro sobre cultura ciudadana y dentro del mismo se planteó la pregunta específica y compleja a la vez, de ¿cómo se vive en Barranquilla? a partir de la cual se establecieron los énfasis ¿Cómo se vive en Barranquilla durante los carnavales? ¿Cómo se vive en Barranquilla en épocas de elecciones? ¿Cómo se vive en Barranquilla durante las épocas de lluvia? y ¿cómo se vive en Barranquilla durante las festividades de fin de año?; resultado de esta decisión ha sido el desarrollo del estudio investigativo de los Arroyos y sus repercusiones para los habitantes que residen en sus riberas y para la ciudadanía Barranquillera.
La investigación de los Arroyos de Barranquilla, en un principio se delimitó al estudio pormenorizado del Arroyo Don Juan debido a que este recorre diversos barrios pertenecientes a la Comuna 11 en la cual está inserta la Institución Educativa Distrital “Marco Fidel Suárez” y un buen número de estudiantes de esta institución residen en las inmediaciones de este arroyo; no obstante, el estudio a nivel macro está dirigido a la Red Pluvial de la ciudad.
La necesidad de publicitar y socializar los avances resultantes del estudio investigativo que adelantaban los estudiantes y docentes de la Institución sobre el arroyo Don Juan determinó por razones económicas y de actualidad, el uso de las tecnologías de la información y la comunicación, TIC´s.; exigencia que a partir del modesto grupo de Hotmail http://groups.msn.com/GrupoMarfisu, a través de la cual se pretendía promover el uso de las TIC´s en la institución educativa Marco Fidel Suárez, ha cristalizado en la formalización y consolidación de la Web arroyosdebarranquilla.org
Inicialmente se involucraron en este estudio investigativo interdisciplinario los estudiantes (de noveno grado), de la jornada matinal y los docentes Diego Feria Gómez (Matemáticas), Elida Ditta (Ciencias Naturales), María Lourdes Caballero (Español), Judith Ching (Sociales), Luis Hoyos (Sociales) y Oscar Marriaga Ferrer rector de la institución.
Fueron pioneros en el desarrollo de este estudio investigativo y en la creación de este sitio web los estudiantes William José Barrios Parejo, Yamith Alfonso Cantillo Mier, Aníbal Enrique Campo Figueroa, Soleiny del Carmen Contreras Martínez, José Eduardo García Mora, Julieth Gómez Turizo, Alexander Herazo Bolívar, Pedro Angel Ortíz Hernández, Yeiner Andrés Urieta Alfaro, Windar José Vaquero Florez y Carlos Andrés Vega Salas.
Hasta el año 2005 el proyecto contó con el acompañamiento de un grupo de profesores universitarios de carácter interdisciplinario que estuvieron realizando investigación y formación de docentes en servicio como colectivo en el marco del Programa RED de la Universidad Nacional de Colombia. Entre ellos destacamos los siguientes:
José Gregorio Rodríguez. Magíster en Investigación y Tecnología Educativa y Licenciado en Ciencias de la Educación, Filosofía, de la Pontificia Universidad Javeriana. Profesor Asociado, Emérito, de la Universidad Nacional de Colombia desde el año 1978, adscrito al Departamento de Psicología, Facultad de Ciencias Humanas Sede Bogotá. Fundador (en 1992), investigador y coordinador del Programa de Fortalecimiento de la Capacidad Científica en la Educación Básica y Media RED. Su práctica profesional, las investigaciones y la producción intelectual giran en torno a la formación permanente del profesorado, la transformación de la cultura escolar, el trabajo cooperativo Escuela-Universidad, las relaciones comunicación/educación y las políticas educativas.
Profesor Carlos Miñana Blasco. Doctor en Antropología Social de la Universidad de Barcelona. Magister en Educación de la Universidad Pedagógica Nacional. Director y profesor del Departamento de Antropología de la Universidad Nacional de Colombia. Investigador del Programa Interdisciplinario en Políticas Educativas (PIPE-UN). Miembro del Programa RED.
Luz María Villegas Botero. Magíster en Investigación y Tecnología Educativa de la Pontificia Universidad Javeriana. Profesional en Desarrollo Familiar de la Universidad de Caldas. Asistente General del Programa RED durante 10 años. Su experiencia profesional gira en torno a la Gestión del Riesgo. Catedrática de la especialización en Evaluación de Riesgos y Prevención de Desastres de la Universidad de los Andes en las áreas de educación e información pública. Consultora y asesora de proyectos educativos en el campo de la reducción del riesgo.
Por: Equipo Investigativo IED Marco Fidel Suárez.
Trabajo realizado y documentado en el Archivo Histórico de la Aduana.
Los arroyos de Barranquilla han existido desde siempre y a través de la historia, se han vinculado con el desarrollo urbanístico de la ciudad. De acuerdo con la tradición recogida por Domingo Malabeth, se da por sentado que para la época del nacimiento de la ciudad las barrancas en que se estableció estaban separadas por arroyos poderosos que bajaban las aguas de la sierra del noroeste y las de los altos areniscos del viejo camino de Soledad, hacia una gran ciénaga espaciosa, comunicada con el río [1].
La ciénaga, que tenía su borde occidental en lo que hoy es la plaza de Bolívar y con anchura probable desde la carrera del Cuartel, hasta más allá de la plaza de la Tenería, recibía tributo del extinguido caño de Soledad y era una especie de lago que tenía gran caudal de aguas profundas, había sido primero parte del mar y antes de la formación del terreno conocido hoy como La Loma, era parte del Río Magdalena. Cuando La Loma, completó su formación, quedó siendo un brazo del río que recibía sus aguas en cercanías de Ponedera para arrojarlo otra vez al río por el caño de la tablaza.[2]
Mercado de Granos-Caño de la Tablaza
Las tierras altas del occidente, y parte de las del suroeste vertían sus aguas a la ciénaga, a través de un gran arroyo que bajaba por el callejón de Progreso, cruzando por la Calle Ancha ( llamada así por el arroyo que se formaba en su centro) hasta la laguna. La existencia de la ciénaga, explica la forma irregular de los callejones formados en la banda oriental de la Calle del Comercio y la banda occidental de la Calle Real.
Los arroyos también han tenido que ver con la movilidad de sus habitantes, la comunicación con las poblaciones vecinas y especialmente, con la creación de algunos caños. En un escrito publicado en 1872 se afirma:
... hacia el año 1687, cuando aún no se había formado la faja de terreno conocida hoy como Barranquillita, la ciénaga fue parte de la ribera occidental del Río Magdalena... Cuando los depósitos de aluvión al solidificarse formaron La Loma, no quedaron caños de comunicación con el río en frente de la ciudad; apenas había algunas vertientes o desagües naturales, formados por la presión de las aguas en las épocas de creciente, cuyos nombres no ha conservado la tradición. Por consiguiente, la acción natural de las aguas, no interrumpida o trastornada por ninguna corriente transversal, tendía siempre a profundizar su cauce, ganando fuerzas en cada invierno, para volver a arrojar al río los objetos flotantes que éste introducía desde las cercanías de Ponedera. Las necesidades del tráfico hicieron sin duda que los pueblos de la ribera occidental, aprovechando esas mismas vertientes, establecieran una comunicación regular por el cañón de Arriba, el de los Tramposos, el de Trupillos y el que conducía a otros pueblos de la provincia. La desviación del río en el curso de muchos años fue impulsada en épocas de sequía por las enorme cantidades de arena, de escombros y de basuras que ha venido arrastrando las aguas pluviales en su atropellado descenso por el plano inclinado de la población"[3].
Si bien en la época colonial la comunicación entre las diferentes poblaciones no era problema, por el buen estado en que ordinariamente se encontraban los caminos, y por la poca distancia, que separaba cada población[4], las inundaciones y la formación de grandes arroyos ya impedía la movilidad de las personas.
No existe información sobre los efectos de los arroyos en el periodo republicano, pero de acuerdo con la hipótesis que promueve el núcleo original de Barranquilla, entre el Paseo Bolívar y la Calle del Comercio, los primeros habitantes de este sector, tuvieron muy seguramente que enfrentar las corrientes de los arroyos Hospital, La Paz, Bolívar, entre otros.
Probablemente en sus inicios, cuando las calles y avenidas no habían entrado en proceso de pavimentación, la problemática de los arroyos, no constituía un problema grave, puesto que en su recorrido, las aguas pluviales escurrían sobre el terreno natural, siendo “desgastados” por un proceso de infiltración que repercutía en la disminución de su caudal y turbulencia.
A comienzos del siglo XX, cuando comenzaba la expansión urbana, aparecieron las primeras quejas de los pobladores con dificultades para trasladarse de un lugar a otro:
Aún en 1916, se escuchaban voces de protesta, un periódico de la ciudad manifestaba que los andenes eran tan bajos, que las corrientes de agua producida por los aguaceros se introducían en las casas, almacenes, edificios y hoteles. Tal fue el caso del Hotel Colombia que tuvo que ser reparado en muchas ocasiones por quedar averiado como consecuencia de las continuas lluvias que azotaba al país. [8]
Buscando una solución al problema, el Concejo Municipal autorizó a la Junta de Fomento Municipal, encargada del embellecimiento de la ciudad para que contratara los servicios de una firma extranjera que estudiara la nivelación, desagües y pavimentación de las vías. [9]
Hacia el año 1920, cuando la ciudad contaba con 74.358 habitantes y una área urbanizada de 300 hectáreas, la Casa R.W. Herbard&Company Inc. de Nueva York, presentó al Concejo Municipal una propuesta de pavimentación y un programa de alcantarillado pluvial valorado en $ 258.316[10]. La propuesta del alcantarillado pluvial, no se desarrolló porque el municipio atravesaba por una difícil situación económica. Años más tarde, comenzó el proceso de pavimentación, se incrementó la construcción de viviendas, se fue impermeabilizando la superficie con pavimento rígido y lo más grave, no se conservaron los cauces naturales de los arroyos.
En 1957, cuando la apropiación del espacio público ya era un problema difícil para la ciudad[11], la Compañía Town Planning Collaborative, establece el Primer Plan Regulador de la ciudad, con base en la Ley 88 de 1947 . En dicho plan recomienda la canalización de algunos arroyos. El proyecto pretendía reordenar el espacio físico y evitar en los sucesivo el caos urbano. Como todo proyecto, estaba sujeto a los intereses políticos del momento, y encontró poca receptividad. Aunque se aminoró el desorden, el programa no solucionó en toda su dimensión el problema[12]. El proyecto no se concretó por los costos de las soluciones propuestas. A partir de aquí, ha sido esta la razón, para rechazar o posponer todas las soluciones integrales o puntuales que en materia de arroyo se presentaron.
En los años siguientes se realizaron varios estudios pero como siempre la carencia de recursos económicos no permitió ejecutarlos, a finales de la década del 50 y principios del 60, estudios e informes realizados por Greeley and Hansen de Chicago, consultores de las Empresas Públicas Municipales, se limitaron a solucionar el sistema de Acueducto y Alcantarillado Sanitario.
Ante la imposibilidad de darle paso a soluciones integrales, comenzaron a ejecutarse trabajos puntuales, en los arroyos más peligrosos. En septiembre de 1962, se inaugura la primera etapa de canalización del arroyo Rebolo Las Empresas Públicas Municipales proponen en la década del 60 y 70 algunos estudios para solucionar la problemática del arroyo Felicidad. En 1964, La AID, Agencia Internacional de Desarrollo, anuncia que financiará un estudio para el alcantarillado pluvial.[13]
El proceso de desarrollo continuó y las urbanizaciones e invasiones crecieron aceleradamente. Se incrementó la impermeabilización y se disminuyó la absorción de la superficie con la construcción de viviendas y vías en concreto, se modificaron aún más los cauces naturales y se estableció un sistema de drenaje superficial por las calles de la ciudad.
En 1975, se presentó un estudio técnico-económico por parte de la firma Senior&Viana y Paternostro y Medina "CONASTEC", con un costo estimado en $1.789.692.000[14], para solucionar la problemática de los arroyos de Felicidad, La Paz, Bolívar y Hospital. De nuevo el proyecto fue rechazado por el elevado costo. En este mismo año, el Ministerio de Obras Públicas, acomete la canalización del Arroyo Rebolo y el Country. Posteriormente se proponen varios estudios de factibilidad realizados por las Empresas Públicas Municipales y el Ministerio de Obras públicas para un sistema de alcantarillado pluvial basado en el enterramiento de grandes tubos de 4 a 5 metros de diámetro. Este proyecto se consideró irrealizable por los costos producidos por las tuberías, las excavaciones, rompimiento de concreto de las calles, relocalización de redes subterráneas de teléfono, gas, acueducto, alcantarillado, etc.
En 1982, los Ingenieros Arzuza[15], proponen cubrir en forma completa con canales invertidos de concreto estructural prefabricado, las calles y avenidas que sean cauces. La nueva cubierta sería la plataforma para el tráfico vehicular y simultáneamente la tapa de un canal cerrado para aguas lluvias, que se conecta con los demás canales cerrados de la ciudad[16].
El Ingeniero H. Heilbron presentó a la ciudad una solución que consiste en la captación de las aguas de escorrentía que bajan por los arroyos por medio de un túnel principal y dos auxiliares, evitando que las aguas ingresen al Distrito central de la ciudad[17].
En 1987, se realizó el Estudio de Drenaje Urbano para Barranquilla, a cargo de la Agencia de Cooperación Internacional de la Misión Japonesa, JICA.
La Misión Japonesa, hizo algunas recomendaciones tendientes a atenuar los efectos de los arroyos. Entre las recomendaciones, que por cierto, no han sido desarrolladas con suficiencia, están la de instalar cunetas a ambos lados de la vía, canalizar las vías colectoras principales (box culverts), combinación de los dos casos anteriores, e instalación de drenaje en futuros planes de mejoramiento. Se sugirió también establecer soluciones en las vías más importantes, en lo sitios críticos de mayor afluencia de agua, de acuerdo con la movilidad de la población, en sentido este - oeste, o viceversa, dentro de estos "puntos críticos" estarían las carreras 21, 38, 46, 51B y 54; y las calles 47, 45, 17 y 84.
También se planteó la posibilidad de construir reservorios de agua, para disminuir los volúmenes de escorrentía y facilitar el tránsito de los vehículos y peatones. Los reservorios podrían construirse en lugares cercanos a parques, a fin de extraer esta agua mediante tuberías subterráneas para riego de los mismos. En 1994, el Gobierno Municipal a través del alcalde Bernardo Hoyos, presentó una propuesta al gobierno canadiense con el objetivo de que este país realizara en Barranquilla el alcantarillado pluvial que se necesitaba[19]. La propuesta fue rechazada.
Uno de las sugerencias más recientes, es el Estudio de Factibilidad y Diseño de Soluciones al Drenaje Pluvial de la ciudad de Barranquilla, presentada en marzo de 1997, por Fonade-Hidroestudios S.A y ConCEP Ltda. La propuesta se basa en medidas estructurales y medidas no estructurales con las cuales se busca prevenir el avance del problema en el futuro. La nueva propuesta se aleja de las anteriores en el sentido que para la vertiente oriental, la solución busca solucionar las consecuencias de las carencia de alcantarillado pluvial, sin dar énfasis a la construcción, parcial o total de un sistema convencional, atacando la principal consecuencia cual es la parálisis que se genera en la ciudad.
Por lo visto en el desarrollo histórico anterior, no se ha escatimado esfuerzos para financiar estudios tendientes a solucionar el problema de los arroyos, sin embargo, las obras no se ejecutan. El número de arroyos canalizados en casi 100 años de expansión urbana es irrisorio y mientras no haya proyectos concretos, todas las iniciativas de solución estarán sujetas al fracaso por la razón de siempre: no hay recursos para ejecutarlas.
Es lógico suponer entonces, que en el futuro, los arroyos seguirán deteriorando la infraestructura urbanística de la ciudad, paralizando e interrumpiendo el tráfico, provocando accidentes y enfermedades, deteriorando la salud publica y generando daños ambientales, paralizando las actividades portuarias, deteriorando la imagen de la ciudad y disminuyendo la calidad de vida de sus habitantes.
Asistiremos de nuevo durante cada temporada invernal al espectáculo de arroyos desbordados, casas destruidas, autos arrastrados, deslizamientos en el sur-occidente y pérdida de vidas humanas. El Comité de Atención y Prevención de Desastres seguirá movilizándose al día siguiente de la tragedia y entregará bultos de arena para impedir que las aguas se sigan metiendo en las casas, mercados y colchonetas para que los damnificados puedan comer y dormir, y de nuevo, escucharemos el discurso de la lluvia extraordinaria y la carencia de recursos para emprender una solución integral al problema de los arroyos.
Fuentes:
Desde la aurora de la humanidad cuando los seres humanos lograron iniciar el dominio de la naturaleza y trascender en su calidad de actores y constructores de su entorno físico y vivo, se sentaron las bases primigenias para la edificación progresiva y dinámica del complejo paisaje cultural, científico-tecnológico y económico en que actualmente habita el género humano; realidad vital y convivencial, que en su formación y transformación históricamente ha concitado el impulso y realización de múltiples procesos, que en el transcurso del tiempo han garantizado definir y redefinir los asombrosos avances que hoy existen en nuestro planeta.
No obstante lo anteriormente señalado, y la densa producción científico-técnica, con que cuenta la sociedad; manifiesta en las novísimas ciencias de fronteras y tecnologías de punta en las que se incluyen las revolucionarias Tics., existe una gama de realidades problemáticas, que en el presente y hacia futuro, interfieren en todos sus aspectos el normal o adecuado funcionamiento social, dificultades que independientemente de su naturaleza o razón de ser y acorde con sus magnitudes se constituyen en situaciones funestas para la vida social e impulsoras del quehacer humano en cualquier lugar del mundo.
La evaluación de las realidades problemáticas que afectan el desarrollo y el progreso de nuestro país en diversos órdenes, incidió para que a partir del año 1.992 un grupo de docentes investigadores de la Universidad Nacional de Colombia, se interesaran en fortalecer el conocimiento de la realidad nacional para lo cual establecieron los Proyectos Universitarios de Investigación (PUI).
A la decisión anterior se sumó la orientación de la “Misión de los Sabios”, quienes en el año 1.994, al diseñar su carta de navegación para orientar el futuro de la educación, la investigación científica y el desarrollo en Colombia; sustentaron la necesidad de impulsar fuertemente el desarrollo tecnológico y cualificar la educación formal, entre otras estrategias requeridas para reducir la creciente brecha entre los países desarrollados y subdesarrollados, pues dictaminaron que la causa del rezago en el proceso socioeconómico de nuestro país, había sido en buena medida el bajo nivel en la educación de sus gentes.
Ya desde esa época, se resaltaba, que la posibilidad para competir adecuadamente con otros países dependía de la realización de un enorme esfuerzo a nivel educativo y que una de las herramientas más importantes para elevar nuestro nivel de competitividad era la instrucción de alta calidad por medios computacionales activos . La misión, consideraba básico, garantizar que todos los estudiantes del país.
Adquirieran las competencias lectoras y lógicas necesarias para acceder a los nuevos códigos y lenguajes en los que se fundamenta la tecnología actual...
Misión de Sabios
Los planteamientos de la Misión fueron acogidos por la Ley General de Educación (Ley 115 de 1994), y es así como se incorpora la Tecnología e Informática como área obligatoria y fundamental tanto en la Educación Básica como en la Educación Media Académica, (Artículos 23 y 31) y se establece la Educación Media Técnica como preparación de los estudiantes para el desempeño laboral y para la continuación en la Educación Superior.
En 1.994 el PUI en Educación por medio del Programa de Fortalecimiento de la Capacidad Científica y Pedagógica RED vincula a instituciones educativas de Educación Básica y media de distintas regiones del país entre ellas el Colegio Oficial de Bachillerato Marco Fidel Suárez.
El desarrollo de este programa y de su proceso de investigación transcurrió por diversas fases entre las que se pueden citar: Proyecto Disciplinar de Aula, Interdisciplinariedad y Currículo, Intercambio a nivel de pasantías, Manejo de Ejes Transversales, Seminarios nacionales e internacionales.
Estudiantes pioneros del Proyecto.
Hacia el 2001 y como resultado de una reorientación del Programa RED, se le planteó a sus integrantes la posibilidad de orientar esfuerzos al estudio del contexto en que les toca vivir al educando, con el propósito de vincular a la institución educativa con la comunidad mediante procesos que dieran cuenta, tanto de la formación académica y científica como de la apropiación por parte de los estudiantes de su cotidianidad y de la vida de la ciudad.
Como consecuencia de esta propuesta se formalizó un proyecto macro sobre cultura ciudadana y dentro del mismo se planteó la pregunta específica y compleja a la vez, de ¿cómo se vive en Barranquilla? a partir de la cual se establecieron los énfasis ¿cómo se vive en Barranquilla durante los carnavales? ¿Cómo se vive en Barranquilla en épocas de elecciones? ¿Cómo se vive en Barranquilla durante las épocas de lluvia? y ¿cómo se vive en Barranquilla durante las festividades de fin de año?. Resultado de esta decisión ha sido el desarrollo del estudio investigativo del Arroyo Don Juan y sus repercusiones para los habitantes que residen en sus riberas y para la ciudad de Barranquilla.
El estudio de los Arroyos de Barranquilla, que en un principio se quiso dirigir a la Red Pluvial de la ciudad, terminó delimitándose al estudio pormenorizado del Arroyo Don Juan debido a que este recorre diversos barrios pertenecientes a la Comuna 11 en la cual está inserto el Colegio Marco Fidel Suárez y buen número de estudiantes residen en las inmediaciones de este arroyo.
Paralelo al estudio investigativo sobre los arroyos de barranquilla surge la necesidad y la interrogante de cómo entregar y dar a conocer los resultados del mismo a la comunidad educativa de la institución y a todas aquellas personas que desearan acercarse a este proceso, fue así como cobra especial importancia la realización del proyecto UN SITIO WEB EXCLUSIVO DE ARROYOS, para comunicar y publicitar los resultados del estudio investigativo sobre el arroyo “Don Juan”, tiene gran interés e importancia por diversas razones:
Reunión de trabajo con docentes del Programa RED.
Este trabajo se fundamenta en la idea de que un contexto mediado tecnológicamente implica una nueva concepción de la enseñanza. El papel del profesor cambia y esto requiere una formación continua no sólo en el aspecto técnico sino también en el pedagógico.
Sobre las tecnologías de la información y comunicación, este proyecto supone que:
Cómo publicitar los avances resultantes del estudio investigativo que adelantan los estudiantes y docentes de la Institución educativa “Marco Fidel Suárez” sobre el arroyo “Don Juan” haciendo uso de las tecnologías de la información y la comunicación, TIC´s.
Planteamiento del problema
Desde hace varios años un grupo de estudiantes y docentes del Colegio Oficial Marco Fidel Suárez de Barranquilla, vienen realizando un estudio investigativo del arroyo Don Juan y sus repercusiones para los habitantes que residen en sus riberas.
El proyecto que actualmente se encuentra en su fase final, no ha trascendido a la comunidad barranquillera, por la carencia de canales de comunicación para socializar los resultados.
Una de las estrategias para dar a conocer estos resultados fue la creación de un sitio web exclusivo de arroyos, un punto de encuentro para conocer, construir y debatir de manera colectiva una cultura de arroyos; en un espacio para el diálogo ciudadano, el análisis crítico y el debate de conflictos; un lugar para preparar ciudadanos y ciudadanas que se interesen por su ciudad y se impliquen en la gestión ambiental y en un pretexto para aprehender la ciudad y aprender de la ciudad, llevar la ciudad a la escuela y convertirla en objeto de estudio.
El proyecto también apunta a constituirse en un hito, en cuanto a opción, por parte de una institución educativa oficial de acceder en forma activa, eficaz y permanente al uso de las tecnologías Tic, y demás avances computacionales para colocarse de cara a la ciudad, a la nación y al mundo.
La carencia de canales de comunicación para socializar los resultados del estudio investigativo del arroyo “Don Juan” dio origen a la idea de crear un sitio Web exclusivo de arroyos. El equipo investigativo no contaba con un periódico propio o una revista para divulgar el proyecto adelantado en el “Don Juan”. Por otro lado, la circulación de “El Cometa”, periódico de la institución es esporádica y tampoco había fondos suficientes para publicitar el estudio en otros medios de comunicación de la ciudad.
Se decidió entonces, aprovechar la experiencia adquirida por algunos miembros del equipo en el diseño de páginas Web y se dio inicio al montaje de la misma. Desde un comienzo quedó claro que la nueva página sería colocada en la red, no por moda, ni por el prestigio de estar en la web, sino para abrir un espacio en donde publicitar los avances resultantes del estudio investigativo adelantado en el arroyo “Don Juan”.
Una vez establecida la finalidad del sitio y su audiencia, se trabajó en la planificación de la página. En esta fase se definió la apariencia, la estructura, la navegación y el diseño del sitio. Como la página estaba dirigida al estudio de una de las problemáticas más trascendentales de la ciudad y a un público muy diverso, se optó por un aspecto sobrio, práctico, colores claros, con pocos elementos que distrajeran al visitante y con tablas de datos y características bien visibles y accesibles.
Para darle un sentido de identidad y un estilo al sitio se realizó una plantilla con fondo blanco y una barra vertical azul a la izquierda. Todas las páginas del sitio deberían conservar este estilo dándole al sitio una identidad y apariencia uniforme.
Luego se definió la estructura física, las secciones y páginas que lo conformarían, la estructura física en el servidor y el sitio donde se guardarían las imágenes, los scripts y las fotografías. La idea era tener un sitio para cada cosa y que cada cosa esté en su sitio.
Definida la estructura física se trabajó en la estructura lógica del sitio, es decir, como se iban a relacionar y agrupar las páginas, como sería la navegación y cómo los visitantes se iban a mover en el sitio.
Para una mejor navegación se establecieron varias secciones y una barra de navegación que permitiría al visitante estar enterado permanentemente en qué lugar se encontraba, con un acceso intuitivo y rápido. Esto permitiría a los visitantes dirigirse a la sección deseada de manera rápida.
Para diseñar el sitio se tuvo en cuenta que un buen diseño es aquel que ofrece rapidez de acceso a la información de forma muy intuitiva, es atractivo a la vista del navegante y sobre todo se carga rápidamente. El diseño del sitio involucra el estilo, la mezcla de tipografía, texto y la selección de las imágenes.
Con relación a la tipografía se seleccionaron dos fuentes: Verdana para los títulos y pies de fotografías, y Giorgia para el cuerpo del texto. Con respecto al texto y al manejo de imágenes se trató de mantener un equilibrio, sin tanta ornamentación ni efectos especiales, que hicieran lenta la carga de las páginas.
En el montaje y construcción del sitio se utilizaron varias aplicaciones: Para el diseño de las páginas se utilizó el programa FrontPage, uno de los más populares editores de páginas Web. Las imágenes y gráficos se trabajaron con aplicaciones Adobe photoshow y Adobe Illustrator. Todas las imágenes y fotografías se optimizaron para una rápida navegación.
El contenido de las páginas proviene en su gran mayoría del material producido por estudiantes y docentes en el estudio investigativo adelantado en el “Don Juan”; de consultas realizadas en diversas bibliotecas de la ciudad (Biblioteca de la Aduana, Archivo histórico, Sociedad de Ingenieros del Atlántico) y del aporte de arquitectos e ingenieros hidráulicos de la ciudad implicados en la problemática de los arroyos, sintonizados e identificados con los objetivos y propósitos de este proyecto.
El sitio web “Arroyos de Barranquilla”, se promocionó en Google, un buscador muy popular en nuestro medio que indexa diariamente los cambios realizados. Hasta la fecha (octubre 12/04), cualquier búsqueda con las palabras claves arroyos Barranquilla, lista la página del Marco Fidel Suárez, en el primer lugar.