En la Vía 40, cuatro horas después, a las 11:30 p. m, del pasado lunes, fue encontrado un vehículo Chevrolet gris que fue arrastrado por el arroyo de la calle 76, entre carreras 52 y 53, tras el aguacero que azotó a Barranquilla a las 5:45 p. m., cuando la mayoría de conductores comenzaban a desplazarse hacia sus lugares de residencia, tras la jornada laboral.
Pese a los intentos por no dejar que el automotor quedara a merced de las feroces aguas, la corriente pudo más y se lo llevó durante varias calles cuesta abajo dejándolo destruido en casi su totalidad.
Las obras están en su tercera y última fase. Unos 100 mil millones de pesos invierte en estos momentos el Distrito en la canalización de tres de los más temibles y caudalosos arroyos de Barranquilla, con la que busca demostrar que los barranquilleros pueden vivir sin las peligrosas corrientes. La inversión para el arroyo de la calle 84 es de 66.000 millones de pesos, con recursos de Valorización.
Avanzan los trabajos de canalización del arroyo La María, corriente pluvial que hace parte del arroyo Felicidad, el cual que drena las aguas lluvias de una zona altamente impermeable que incluye sectores de los barrios San Felipe, Los Andes, Recreo y Boston.
* Helkin Alberto Núñez Cabarcas
Funcionario Archivo Histórico del Atlántico
Desde los inicios de esta urbe como asentamiento urbano, y una vez desarrollada su topografía en forma primitiva por estos caudales, se definieron las principales avenidas pluviales. Su acelerado desarrollo como puerto marítimo y fluvial la hacen más dinámica urbanísticamente, pero los grandes períodos de lluvias la obligaban a estar incomunicada sectorialmente. El problema se agudiza cuando el proceso de pavimentación de las calles se convierte en un desencadenante de la alta velocidad de sus corrientes hasta convertirse hoy en día en un fenómeno prácticamente incontrolable.
Muchos de estos arroyos peligrosos provenían de la parte alta del viejo camino de Soledad, los cuales bajaban en su curso natural hasta las inmediaciones de la parte baja de las Barrancas de San Nicolás, concretamente en la Plaza de la Tenería, en terrenos conocidos hoy con el nombre de La Loma, formados precisamente por el arrastre continuo durante años de arena, escombros y basuras, lo que originó la morfología irregular en como está distribuida la ciudad en su sector histórico. La ciudad con sus calles y carreras sin pavimentar no visionaba el peligro urbano de estas corrientes pluviales ya que las condiciones naturales de su suelo arenoso facilitaban en principio la alta capacidad de filtración de estas corrientes en épocas de lluvias intensas. Solo que las arenas sueltas de sus calles, razón por la cual se ganó el nombre de la Arenosa, complicaban su precaria movilidad de entonces debido a las grandes nubes de polvo que la brisa barranquillera levantaba en las calles y por los extensos arenales que hacían que aquellos primeros automóviles marca Reo de entonces quedaran atascados en cualquier parte.
Para 1920 la preocupación por controlar este tipo de procesos en las diferentes épocas llevó al Concejo Municipal, por intermedio de la Junta de Fomento, contratar una empresa extranjera para que hiciera los respectivos estudios referentes a los desagües, nivelación y pavimentación de sus principales avenidas. Es la firma R.W. Herbard y Co., establecida en Nueva York, la encargada de dar las primeras recomendaciones para el control de las aguas lluvias y pavimentación de vías, que además incorporó a dicho estudio la instalación de colectores de alcantarillado pluvial. Para la década de los 60 se establece un Plan Regulador que contemplaba la canalización de algunos arroyos. La firma Greeley and Hansen, de Chicago, ayuda a solucionar el sistema de acueducto y alcantarillado. Se canalizan los arroyos de Rebolo y Felicidad, bajo la coordinación del Ministerio de Obras Públicas, y le siguen varios arroyos más en forma gradual tales como La Paz, Bolívar, y el del Hospital. En fin, la pavimentación aceleró el caos urbano de la ciudad.
En 1983, la Sociedad Colombiana de Arquitectos, concretamente los ingenieros Arzuza presentaron ante el Concejo Municipal un proyecto para los arroyos de la ciudad mediante el sistema llamado de “canales invertidos de concreto estructural prefabricado”, cuyo financiamiento valía 4.000 millones de pesos, los cuales, según el plan de recaudo, pagaría el barranquillero por contribución obligatoria del servicio de agua a una tasa porcentual del uno por mil.
Expertos japoneses visitan la ciudad en 1987 y entregan el proyecto más completo que se haya realizado al respecto, basado en un completo estudio de drenaje urbano; fue así como la Agencia de Cooperación Internacional de la Misión Japonesa, Jica, presentó dos planes a consideración del Municipio, incorporando al área metropolitana: un Plan Maestro de Transporte y un Estudio de Factibilidad para el Distrito de Barranquilla. Este comprendía la solución al problema del alcantarillado pluvial, al igual que unas recomendaciones para instalación de cunetas, canalización de vías (box culverts), mejoramiento en los puntos críticos entre calles (17, 45, 47, 84) y carreras (21, 38, 46, 51B, 54).
Los estudio de Fonade-Hidroestudios y Concep Ltda, en 1997, entregaban a la ciudad una propuesta de prevención futura que dejaba como resultados un problema de estructura urbana mal planificada y con un saneamiento de arroyos sin apoyo financiero. Hoy por hoy, en medio de sus sofisticados proyectos de inversión, de competitividad globalizada, de crecimiento urbano, etc., esta ciudad sigue enfrentada sin soluciones a serios problemas urbanos y humanos que desencadena el fenómeno de sus arroyos callejeros en épocas de lluvia, con casos como los del Don Juan, Rebolo, El Salao, Felicidad y otros que siguen arrastrando con sus fuertes caudales la gran masa de sedimento urbano que encuentra en sus grandes recorridos naturales.
El proceso natural de lluvias permanentes, la posición topográfica y geomorfológica de Curramba ante una realidad latente como no tener un alcantarillado pluvial, empujado al acelerado desarrollo urbanístico sin planificación, ponen de manifiesto que la magnitud de los daños futuros a su infraestructura física, redes de servicios, actividad comercial e industrial, accidentes y daños ambientales seguirán siendo vigentes ante los embates de la naturaleza…
Fuente: Latitud
Con presencia de la comunidad, la alcaldesa de Barranquilla, Elsa Noguera, formalizó el inicio de obra de la canalización del arroyo La Pradera-El Salao II, desde la calle 121A con carrera 22 hacia la desembocadura en el arroyo León.
Tomado de: Diario El Tiempo
Una nueva herramienta tecnológica que les permitirá a los barranquilleros conocer en tiempo real, en qué lugares e intensidad está lloviendo en la ciudad, entregará en los próximos días el Instituto de Estudios Hidráulicos y Ambientales de la Universidad del Norte.
Septiembre 3 del 2014
Los caudalosos arroyos de Barranquilla por poco dejan una víctima más, cuando un joven quedó atrapado y fue arrastrado por la fuerte corriente de la calle 76 entre carrera 53 y 52. El joven perdió el control y fue arrasado, pero por suerte se estrelló con un muro del parque Karl C. Parrish y se salvó de ser absorbido por el agua.
Septiembre 3 del 2014
Una persona se salvó de morir ahogada cuando fue arrastrado por la corriente de un arroyo al norte de la ciudad de Barranquilla, luego que cayera un torrencial aguacero.
El afectado un hombre de 60 años y que responde al nombre de Armando Montilla se disponía a cruzar la calle 82 cuando de manera sorpresiva se aumentó el caudal de las aguas llevándolo varios metros.
Agosto 28 del 2014
Un fuerte aguacero cayó ayer sobre la capital de Atlántico, 1500 familias resultaron afectadas inundaciones y árboles caídos. El Cuerpo de Bomberos reportó 4 rescates de vehículos y 15 árboles derribados por las fuertes brisas, los cuales tuvieron que ser removidos por las máquinas del organismo por obstaculización de vías.
El Instituto de Investigación y Debate sobre la Gobernanza publicó los resultados del estudio sobre Mitigación y adaptación de las ciudades colombianas al cambio climático. Lea la Ficha del Proyecto Arroyos de Barranquilla.
El proyecto Arroyos de Barranquilla fue seleccionado dentro de las once localidades que formarán parte del estudio sobre 'Ciudades colombianas y cambio climático' que adelanta la Agencia Francesa para el Desarrollo (AFD), Fedesarrollo, La Fundación Ciudad Humana (FCH) y el Instituto de Investigación y Debate sobre Gobernanza (IRG).
La Alcaldía avanza en obras para canalizar dos de los más peligrosos de la ciudad.
El verano que sofoca a los barranquilleros por estos días es el principal aliado para el desarrollo de una serie de obras de infraestructura contra los arroyos, que la ciudad lleva esperando durante décadas.
La nueva vía tendrá, en un tramo de 800 metros lineales, tres carriles con un ancho final de 10.5 metros. La solución al arroyo de la calle 79 se hará mediante la conducción de las aguas de manera subterránea a través de un box coulvert en concreto que se construirá paralelo a la vía.
La alcaldes Elsa Noguera quiere darle solución a la problemática recurrente de los arroyos por falta de una infraestructura adecuada para el manejo de aguas pluviales, lo que no solo paraliza a la ciudad sino que causa víctimas y pérdidas económicas, además de los traumatismos, como inundaciones, daños en la infraestructura urbana y en las redes de servicios, impactos ambientales, entre otros.
Luz María Villegas
José Gregorio Rodríguez
Programa RED
Universidad Nacional de Colombia
La educación para la prevención se mueve en dos extremos que es necesario conciliar y explorar las posibles alternativas para su desarrollo: por un lado se encuentra la tendencia más generalizada, en la que predomina la respuesta, donde se indica, a manera de recetario, el comportamiento que se espera de cada individuo antes, durante y después que el evento se presente; de otro lado, están aquellos que consideran que en la medida en que se conceptualicen las causas y consecuencias de cada fenómeno, haciendo énfasis en las explicaciones de orden científico y técnico para cada uno de ellos, es suficiente para lograr un cambio de actitud en las personas. Ninguna de estas dos maneras de abordar el tema en forma aislada nos llevará a lograr una cultura de la prevención, por tanto, debemos intentar otros caminos que logren un cambio de actitud, un conocimiento de la problemática local y una relación armónica con la naturaleza.
Explora diferentes puntos de vista de la ciudad de Barranquilla, en un video construido a partir de imágenes imágenes de satélites Landsat. Mira como cambia la superficie de la ciudad entre los años 1984 y 2012.
El video fue realizado con Google Earth Engine, una herramienta que reúne imágenes de satélite del mundo y lo pone a disposición en línea con herramientas para científicos, investigadores independientes para detectar cambios y tendencias del mundo y cuantificar las diferencias en la superficie de la Tierra. Las aplicaciones incluyen: detección de la deforestación, la clasificación de la cubierta vegetal, la estimación de la biomasa forestal y carbono, y la cartografía de áreas sin caminos del mundo.
Si quiere conocer más detalle de la herramienta Earth Engine haga clic en el siguiente enlace Google Earth Engine.