Topográficamente la ciudad, se encuentra fundada sobre una suave colina, cuya divisoria tiene dirección sur-norte, generando dos vertientes de drenaje, que tienen direcciones opuestas. La primera y de mayor extensión, corresponde a la vertiente oriental, la cual drena con sentido W-E, hacia la franja adyacente al río, que conforma una zona baja y plana, hacia donde confluye el drenaje del orden del 70%, del sector urbano de Barranquilla. La segunda corresponde a la vertiente occidental, que drena con sentido E-W, hacia el Arroyo León, que finalmente, confluye hacia el norte, en la franja costera en el mar Caribe.

Los suelos de la ciudad, en su mayor parte están conformados por material de calizas y arcillas, caracterizados por unas buenas condiciones de drenaje, que inducen altos aportes de escorrentía superficial. En cuanto al aspecto hidrológico, la precipitación promedio anual es de 750 mm. La variación mensual se caracteriza por presentar dos temporadas, la primera en los meses de mayo y junio y la segunda en los meses de septiembre y octubre. En general se observa que la duración de las lluvias es menor a 80 minutos y en promedio se presentan del orden de 60 días con lluvia por año. Sin embargo no todas las tormentas son significativas y con base en los estudios realizados en promedio es de esperarse, 20 eventos que exceden el umbral de precipitación mayor a 20.0 mm, a partir del cual se establece una cantidad de escorrentía significativa. De igual forma, se han observado eventos máximos de 130 mm. Así mismo, los análisis realizados permiten concluir, que las mayores tormentas tienen una hora de iniciación entre las 10:00 A.M y las 4:00 PM.

A partir de los estudios hidrológicos e hidráulicos realizados, para la vertiente oriental, se identifican 20 arroyos de importancia. De cálculos analíticos y modelos matemáticos, los caudales estimados para los arroyos de la vertiente oriental, para Periodos de Retorno de 10 Años, presentan caudales entre 6 y 108 m3/s (para áreas de drenaje entre 40 y 768 Ha).

Inicialmente la ciudad de Barranquilla empezó a desarrollarse en la parte baja, adyacente al río Magdalena, la cual era separada de este por medio de terrenos pantanosos, donde fue necesario establecer un sistema de comunicación con el río, a través de una serie de canales, que actualmente constituyen los denominados Caños de Barranquilla, que son receptores de aguas negras y aguas pluviales, del sector suroriental de la ciudad. En esa etapa, hacia aguas arriba de las cuencas de drenaje, existían cauces naturales y el grado de impermeabilización de la cuenca era bajo, esta condición controlaba la escorrentía por aguas lluvias, no generando problemas a la población.

El proceso de desarrollo continuó, disminuyó la capacidad de infiltración de los suelos, se urbanizó casi en su totalidad la cuenca oriental, se modificaron los cauces naturales, estableciendo en toda la vertiente un drenaje superficial conformado por calles-canales, que han incrementado los volúmenes de escorrentía, los tiempos de respuesta y el patrón hidráulico, observándose en general un comportamiento torrencial a través de la red de drenaje modificada y encausada en las vías-canales.

Barranquilla no dispone de un sistema de alcantarillado pluvial y en consecuencia las aguas de escorrentía generadas por lluvias en la vertiente oriental, discurren libremente en superficie sobre las vías, descargando al río Magdalena o siguiendo los cauces naturales de la vertiente occidental, hasta descargar al arroyo León, y por esta hacia el mar a través de la ciénaga de Mallorquín.

En general se puede resumir que los arroyos de Barranquilla se clasifican en dos categorías; las vías-canales en el área urbanizada y los canales naturales en las áreas recientemente urbanizadas o en proceso.


Tomado de: “Improving Flood Management Practices in South America: Workshop for Decision Makers”. p. 55. Disponible en: http://www.wmo.int/pages/prog/hwrp/documents/FLOODS_IN_SA.pdf