En el "Estudio de Drenaje Urbano para Barranquilla" adelantado por la Agencia de Cooperación Internacional de la Misión Japonesa (JICA) en 1987, se inventariaron las siguientes corrientes pluviales:
- El Platanal
- El Salado
- Carreras 8,15 y 19
- Don Juan
- Rebolo
- Hospital
- La Paz
- Bolívar
- Carrera 51
- Carrera 53
- Felicidad
- Carrera 65
- Coltabaco
- Carrera 58
- Carrera 71
- Country
- Siape
- Calle 92
- Santo Domingo
- Del Bosque
- El Salado 2.
- Longitud: 7,5 km
- Caudal: 85 m3/s
- Cuenca: 8,6 km2
El "Don Juan" es un arroyo de carácter temporal, que drena las aguas lluvias que escurren por la superficie del suelo del sur de la ciudad fluyendo directamente hasta el Río Magdalena. El arroyo nace en Galapa y corre en dirección occidente-oriente, su cauce sirve de límite natural entre la capital del Atlántico y el municipio de Soledad. En su recorrido recibe el aporte de varios afluentes menores, entre los que se destacan el Afán, las Torres, los Laureles y los Girasoles.
En su recorrido, de aproximadamente 7500 metros de largo, atraviesa tramos rurales y urbanos, con fracciones canalizadas y estrechas (Los aledaños al Estadio Metropolitano), sectores sin canalizar (Girasoles) con laderas profundas y partes totalmente canalizadas como el tramo que va desde el Barrio Simón Bolívar hasta su desembocadura.
El Don Juan es famoso por su fuerte caudal y la gran masa de sedimentos que arrastra durante las tormentas que azotan a Barranquilla durante la temporada invernal. Su fuerte pendiente, su rugosidad y los aportes que recibe de un gran número de arroyos menores lo convierten en uno de los más peligrosos de la ciudad.
Por ser un arroyo temporal y por su impetuoso caudal es difícil determinar su aforo. Sin embargo, algunos estudios han registrado caudales de más de 100 metros cúbicos por segundo. Con ese caudal el Don Juan arrastra en un segundo un volumen de agua correspondiente al consumo básico de 5 apartamentos en un mes. En dos horas deposita en el Río Magdalena, un volumen de agua equivalente al consumo diario de la ciudad de Barranquilla.
Como la mayoría de arroyos de la ciudad, el Don Juan, no fue siempre peligroso. Antes del acelerado crecimiento de la ciudad la vegetación que invadía casi todos los barrios del sur, era suficiente para "desgastar" el arroyo, por un proceso de infiltración que repercutía en la disminución de su caudal y turbulencia.
En la actualidad, pese al proceso de canalización a que fue sometido, el arroyo se desborda con mucha frecuencia en eventos de lluvia extraordinaria, paralizando el tráfico por la Autopista de la calle 30 y provocando inundaciones en los Girasoles, Villa del del Carmen y Simón Bolívar, entre otros. Ver Video
Uno de los problemas ambientales más serios del arroyo, es sin duda, el manejo de los residuos sólidos, muchos de estos se vierten al arroyo y a sus riberas, se acumulan en vertederos clandestinos y producen un serio impacto sobre el paisaje, la flora y la fauna del lugar. La carencia de un sistema completo de alcantarillado que incluya la recolección, transporte y tratamiento de basuras, es responsable de que se presenten situaciones sanitarias críticas en varios sectores cercanos al arroyo. Entre los tramos más críticos están:
- En el sector de Los Girasoles, familias enteras evacuan sus desechos sanitarios directamente al Don Juan, mientras que sus hijos juegan entre las aguas de este arroyo.
- En el sector de los condominios, los conductores de los carros de mulas depositan toda clase de desechos sólidos y de desperdicios orgánicos en el cauce y en los lotes adyacentes al arroyo Don Juan, convirtiéndolo así en foco de infección.
- El barrio Brisas del Río, en donde se presenta alta contaminación orgánica, derivada de los vertimientos de alcantarillado al aire libre. Los niños del sector están en permanente contacto con esta agua, no tienen un sistema de eliminación de excretas y las basuras se tiran al patio, al arroyo o al río. A escasos 80 m de este lugar se encuentra la bocatoma de la Triple A, principal centro de acopio de agua de Barranquilla.
- Algunos vecinos del Arroyo Don Juan manifiestan que han tenido que soportar durante varios años un foco de infección que les ha causado bronquitis, enfermedades de la piel y afecciones gastrointestinales de tipo viral.
- En algunos tramos del arroyo se reproducen animales peligrosos tales como alacranes y culebras. Esta situación es desesperada para las familias, ya que atenta gravemente contra la numerosa población infantil.
La canalización del arroyo Don Juan desde la Calle Murillo hasta el barrio Villa del Carmen se llevó a cabo entre 2007-2009 (2.064 metros de longitud) con una inversión de $7.800 millones y estuvo a cargo de la Unión Temporal Arroyo Don Juan, que obtuvo la calificación más alta de las tres firmas que se presentaron al proceso. Adicionalmente se construyeron cinco puentes peatonales y un puente vehicular.
Cabe recordar que el tramo comprendido entre la calle 30 y la desembocadura en el río Magdalena, ya había sido canalizado y entubado a mediados de la década del 90 con una inversión de $16.800 millones. La financiación se hizo con préstamos de Findeter, el Distrito y el Dadima.
- Longitud: 5163 m
- Caudal: 58 m3/s
- Cuenca: 5,3 km2
Es un arroyo urbano de carácter temporal que drena las aguas lluvias de una zona altamente impermeable que incluye sectores de los barrios las Mercedes, Nuevo Horizonte, el Porvenir y Altos del Prado.
Durante su recorrido hacia el Río Magdalena fluye por zonas de carácter residencial, comercial, educacional e industrial. Fluye por la calle 76 y sectores aledaños a las instalaciones del Country Club de Barraquilla de donde deriva su nombre.
Los registros de prensa siempre dan cuenta de vehículos que son arrastrados por estar estacionado en la Calle 76. También es muy común, las escenas, en las que los conductores son sorprendidos por este caudaloso arroyo.
Probablemente uno de los primeros eventos con pérdida de vidas humanas en los que estuvo invoucrado este arroyo el Country, ocurrió el 13 de Septiembre de 1958, cuando los Doctores Ramón Dávila Felizzola y Ezequiel David Ovalle, oriundos de Villanueva (Guajira), murieron arrastrados por la corriente al salir de un congreso médico que se efectuaba en las instalaciones del Country Club.
El último incidente de este tipo, ocurrió el 11 de Noviembre del 2005, cuando un suboficial de la armada, Gonzalo Galván Durán fue arrastrado por el arroyo de la Calle 76 cuando conducía su automóvil. El cuerpo del suboficial fue encontrado por un grupo de pescadores en el Río Magdalena, el domingo 13 de noviembre, a la altura de la zona industrial de Barranquilla.