Fuente: El Espectador

El Instituto de Estudios Hidráulicos y Ambientales (Ideha), liderado por el Ph.D. en ingeniería hidráulica Humberto Ávila, ha recopilado información suficiente para asegurar que la implementación de tecnologías sostenibles de drenaje de agua, como jardines de lluvia y techos verdes, podría entregar parte de la solución al problema de los arroyos en Barranquilla.

En un estudio hecho por petición de la Alcaldía de Barranquilla y presentado este año, los investigadores de la Uninorte le recomendaron a la administración distrital aplicar en los próximos años un sistema urbano de drenaje sostenible (SUDS) para reducir el caudal de los arroyos que se forman en la ciudad. Los SUDS son utilizados comúnmente en EE.UU. e Inglaterra para regular las aguas lluvias y restablecer las funciones hidrológicas naturales de un lugar.

En el caso de Barranquilla, los científicos creen que podrían construirse tanques y techos verdes de almacenamiento de agua que, junto a jardines de lluvia, podrían reducir los caudales de los arroyos. En este momento el equipo de doctores y magísteres adelanta estudios de medición de calidad de las aguas, velocidades y peligrosidad en tres cuencas piloto: los arroyos de la 93, de la 84 y de Country, para comprobar qué tan viable sería implementar las tecnologías.

Además, agrega el investigador Humberto Ávila, la ciudad podría aprovechar para almacenar agua lluvia en los pozos que en otra época les servían a la gente para retenerla: “Hace algunas décadas, cuando el servicio de agua era intermitente, se construyeron debajo de las casas de muchos barrios en Barranquilla pozos donde la gente almacenaba aguas lluvia para abastecerse. Ahora no se utilizan, pero de habilitarse reducirían entre un 10 y un 25% el caudal de los arroyos y su peligrosidad”.

Ávila explica que, si bien los estudios han concluido que la construcción de jardines de lluvia no representaría una reducción significativa del caudal, sí servirían para recibir lentamente las aguas que se almacenen en las casas y los techos a través de redes de bombeo.

Según explican las caracterizaciones del Ideha, Barranquilla está dividida por dos cuencas: la Oriental, que abarca el mayor porcentaje del casco urbano y descarga sus arroyos al río Magdalena, y la Occidental, formada por los arroyos que vierten al arroyo Grande y terminan en el mar Caribe o la Ciénaga de Mallorquín.

En la vertiente Oriental (donde se encuentran los arroyos más peligrosos (Don Juan, Rebolo, Hospital, la Paz, Felicidad, Bolívar, carrera 65, Coltabaco, Country, Siape y calle 91), las aguas han arrasado vehículos, causado la muerte de cerca de 40 personas en los últimos 20 años, deteriorado la malla vial y paralizado la actividad comercial, dejando incalculables pérdidas económicas.