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Irasema, una Condesa que nunca olvidó su ciudad y que días previos a su muerte adelantaba gestiones ante organismos internacionales para encontrar una solución definitiva a la problemática de los arroyos de Barranquilla.

Irasema Pantoja Álvarez era una enfermera barranquillera de 46 años de edad, graduada en la Universidad Metropolitana de Barranquilla, con estudios en asistencia médica en París, estaba casada con el conde francés Gilbert Bureaux de Pusy Dumottier de la Fayette, con quien tuvo tres hijos. Residía con su familia en un castillo del siglo XVIII, en Bergères-sous-Montmirail, pequeña localidad de dos centenares de habitantes, situada en la región Champagne-Ardenne, a una hora de París.

Por iniciativa de la Condesa, la pareja de esposos creó la "Asociación Bolívar-La Fayette", con el fin de promover el intercambio histórico, cultural, económico y social entre Francia y los países Bolivarianos. Su ayuda comenzó con la tragedia de Armero y se había prolongado con los damnificados por las recientes inundaciones.

El pasado 4 de Enero, la condesa hizo contacto con nuestro sitio web, donde nos manifestó su interés en encontrar una solución definitiva a la problemática de los arroyos de Barranquilla, a través de los buenos oficios de la Asociación Bolívar-La Fayette. (Ver documento)

Desafortunadamente, el pasado domingo 23 de enero, Irasema Pantoja Álvarez falleció, junto con sus dos hijos menores de 6 y 8 años, en un trágico accidente automovilístico cuando regresaba del castillo en compañía de sus tres hijos, Alexandre, Carolina, y Arthur, de 10, 8 y 7 años, respectivamente. El único sobreviviente fue su hijo mayor.

En el documento adjunto, la Condesa se refiere a los contactos que adelantaba con ingenieros y arquitectos de entidades internacionales, miembros de la comunidad europea y de Estados Unidos, para buscar ayuda técnica y financiera. De esta manera, buscaba contribuir con la solución al problema de los arroyos de Barranquilla, poco conocido, según ella, por los medios extranjeros. En uno de sus apartes dice:

[quote author="Condesa de Pusy Lafayette"]Cuento con contactos del Embajador Lynn Breaux en Lousiana, Mme Michèle Marinthe en Boston, España y tengo entrevista con la Embajadora de la UNESCO Colombia a partir del 21 de Febrero sin confirmar; por eso quería recopilar en concreto un proyecto de obras públicas, para poder presentarlo oficialmente a los entes concernientes[/quote]

En respuesta a las inquietudes de la Condesa, el Colectivo de Arroyos de Barranquilla, le mostró su interés en gestionar ante los entes pertinentes todo lo relacionado a los proyectos existentes, al tiempo que le aclaramos que, no obstante ser una escuela oficial, no dependemos de ningún ente distrital, no ejecutamos obras, pero que estamos, eso sí, vigilantes y dispuestos a brindar apoyo a todas las acciones que promuevan una solución definitiva a las corrientes pluviales de la ciudad. La Condesa expresó su alegría por este primer contacto, ya que lo había intentado antes con algunos entes gubernamentales y sólo Arroyos de Barranquilla le respondió.

Su satisfacción por este primer contacto con nuestro sitio se manifiesta cuando afirma: “Con gran alegría recibo este primer informe de Barranquilla, agradezco vuestro interés; precisamente dos de los organismos a los que nos interesan presentar la problemática del Dpto en especial de los arroyos de Barranquilla son de Ingenieros y Arquitectos de Pot-grados y Masters en estas profesiones y queremos canalizarlo a través de la UNESCO, creo que es necesario encontrar aparte de la solución en Planeación, la ayuda Técnica y Financiera para poder realizarla.” (Ver documento)

Arroyos de Barranquilla expresa su deseo e interés en mantener los contactos con la Asociación Bolívar-Lafayette, y espera que la asociación continúe el sueño de la Condesa de hallar una solución al problema de las aguas pluviales de la ciudad de Barranquilla.

No cabe duda que la condesa fue una gran mujer barranquillera que nunca olvidó su ciudad. Esto lo demostró con su interés por contribuir con la solución del problema de los arroyos de Barranquilla, a través de las gestiones que realizaba ante organismos internacionales y con profesionales de diferentes campos del saber. Su comunicación con nuestro sitio es otra prueba de ello, y se convirtió, según ella, en el único medio que se interesó por su propuesta. Pocos días antes de su trágica desaparición, nos hizo saber su deseo de apoyarnos en la ingente tarea de poner fin a los desastres ocasionados por las corrientes fluviales de nuestra ciudad. Sólo nos queda lamentar su prematura partida y confiar en que el contacto que inició con nosotros perdure en el tiempo, mediante el apoyo de su fundación.