Aún en 1916, se escuchaban voces de protesta, un periódico de la ciudad manifestaba que los andenes eran tan bajos, que las corrientes de agua producida por los aguaceros se introducían en las casas, almacenes, edificios y hoteles. Tal fue el caso del Hotel Colombia que tuvo que ser reparado en muchas ocasiones por quedar averiado como consecuencia de las continuas lluvias que azotaba al país.

PALACIOS Julio H. , Historia de mi vida, 1992, CITADO por Prensa, desarrollo urbano y político de Barranquilla, Jaime Alvarez Llanos y Otros, Fondo de publicaciones